Willian Grant y su familia emigraron de Escocia a Londres para crear una de las mejores y más singulares ginebras del mundo, de familia de destiladores entre los que se encuentran su bisnieto Charles Gordon. Desde su inicio estaba evocada a ser un destilado que no iba a dejar a nadie indiferente, ya que su base era una simbiosis de la rosa y el pepino, para su elaboración se crearon dos alambiques únicos en el mundo el Benet y el Carter-head que siguen hoy día en perfecto funcionamiento y también aportan su toque a Hendrick´s, el formato de Hendrick´s y su botella son un icono mundial, su forma de publicitarse al igual que su sabor no dejan margen a la indiferencia como se refleja en el eslogan “Hendricks, una ginebra que no es para todo el mundo” la seguridad y el bien hacer de esta casa la sitúan en el top de todas las listas más respetadas. El olor de Hendricks es frutal y floral, aún así el enebro también se aprecia al final, su sabor es una experiencia que todo amante a la ginebra a de probar en chupito, es curioso cómo se aprecian por tiempos los dos botánicos maestros y deja un sabor intenso y duradero, Hendricks es exquisita en gintonic como no con la famosa rodaja de pepino o con pétalos de rosa, también acepta cítricos, las posibilidades de coctelería son diversas y deja mucho margen de creación y originalidad. En definitiva una de las favoritas a nivel nacional e internacional algo que perdurará en el tiempo.
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